EL PROGRESO, PARADIGMA DE ABOLICIÓN
DE LO FEMENINO
Todos
necesitamos recuperar el polo femenino de lo humano sin por eso adherir
a un movimiento
ecologista aunque sin duda estén emparentados.
El progreso
y la civilización están planteados desde una posición
de conquista, bajo la norma de dominio, control, explotación
de recursos terrestres y humanos, provecho. Rendimiento aún a
costa de destrucción. El conquistador sólo quería
para sí, nunca oyó otro idioma que no fuera
el suyo y, en base a sí mismo, evaluó al conquistado comparándolo
con su esquema y así tachó
los ítems que determinaban el grado de humanidad del otro, llegando
a la conclusión que la divinidad los había creado sin
alma. Así se adjudicó el derecho a exterminar, poseer
y/o re educar… es decir civilizar. A imagen y semejanza pero sin
igualdad de oportunidades.
¿Qué
diferencia hay entre civilizar pueblos de esa manera y el trato actual
a la Vida, a la tierra,
a la mujer, al amor, a lo ingrávido y sutil, a lo ilógico
e irracional?
La actitud
reinante expresa la posición dominante tanto en hombres como
mujeres, una manifestación de nuestras cualidades masculinas
distorsionadas.
El paradigma
del conquistador está inscripto en todos y opera automáticamente
haciendo caso omiso de lo que creemos creer. Forma parte de la matrix.
Algunos son conscientes y lo reeligen como modo de vida, a otros “se
les escapa” disfrazado. Opera tanto hacia los otros, lo otro,
el trabajo, el estudio, como hacia sí mismo, hacia aspectos sensibles,
vulnerables o irracionales.
Es lo
que nos hace pretender algo de cada acción, a todo hay que extraerle
frutos visibles…
ante todo para uno mismo aunque fuere en perjuicio de otros.
¿Es
esto civilización?
No creo
que debamos salvar al planeta. Alcanzaría con sentirnos hijos
del planeta, honrar a lo
dador de vida y agradecer este don que nos permite estar acá.
¿O acaso pretender siempre un provecho aún a costa de
otros no nos está mostrando un comportamiento de hijos pretensiosos
e insatisfechos o malos hermanos?
Lo mismo
con los vínculos, pedir y pretender. Felicidad, placer, comodidad.
Pareciera que
los otros fueran pozos de petróleo. Como todo lo que está
por fuera de uno.
…
Porque se ve afuera y adentro separados. Y separados como ajenos.
Y ajenos como inferiores. Inferiores… domesticables.
Nuestro
lado femenino quedó silenciado, sepultado y pasado de moda, como
el idioma original
de ciertos pueblos, favoreciendo a la vez que el lado masculino obre
desde su aspecto distorsionado y no desde sus cualidades. Hombres y
mujeres por igual.
Empecemos
con nosotros mismos acogiendo cada aspecto que consideramos inmaduro
o discapacitado o feo. Abiertos a lo que es, recordando que no somos
robots.
La aceptación
es la antesala de la inclusión, ambas virtudes necesarias para
contrarrestar la deshumanización que va en aumento.
El tiempo
necesario para que algo sea no es “ya”, esperar
no es sometimiento y el fruto no
es el único sentido de la existencia. Conocer no es saber. El
que sabe no siempre tiene todo
el texto de la información. Y el que acumula conocimientos no
es sabio.
La vida
nos alberga a todos tal cual somos, igual que una madre alberga a su
hijo por venir
sin conocerlo.
Es evidente
que no hemos ganado felicidad ni peso anímico obrando con pretensión
y explotación. Sólo copiando a la Vida, a la Naturaleza,
podremos curarnos social e individualmente. Y esto es despertar nuestra
cualidad femenina, reflejando en la acción la inteligencia suprema
de la creación,
uniéndonos a ella. Conjugando femenino con masculino.
Unir
y conjugar, incluir, compartir, cooperar, benevolencia… algunas
de las cualidades de lo femenino que se van a manifestar espontáneamente
cuando activemos la gran cualidad
de la entrega a todo movimiento mayor, tal como es la Vida.
Nombre de la autora
FRASES
SUELTAS:
ASENTIR A LO QUE ES TAL CUAL ES, SIN AGREGARLE NI QUITARLE NADA,
ES UNA ACTITUD QUE EMANA EL FEMENINO DE CADA UNO.
“La frugalidad es una condición de
cualquier forma de abundancia”.
Serge Latouche, Per una abbondanza frugale.
Sólo
lo pequeño crece.
El desarrollo
y crecimiento derivados de la depredación de los recursos naturales
es limitado
y limitador del futuro. Sucede gracias a que se nos han dormido las
cualidades femeninas,
seas hombre o mujer.
TAMBIÉN EN ECONOMÍA EXISTEN HIPÓTESIS
DE SOLUCIÓN APOYADAS EN LA RECUPERACIÓN DE LA CUALIDAD
FEMENINA. ABUNDANCIA FRUGAL y DECRECIMIENTO.
“La
feminista* continúa: ‘A las
variadas actividades que comprenden también, y no secundariamente,
el afecto, la asistencia, los cuidados a las personas débiles
y enfermas,
hasta el erotismo, la sexualidad, como también el amor, se le
asocian sentimientos, emociones
y actitudes contrarios a la racionalidad de la economía de empresa
que reina en
el campo del trabajo abstracto, y que se oponen a la categoría
del trabajo, aunque no
estén completamente exentos de una cierta racionalidad utilitaria
y de normas protestantes.’
Sin embargo muchas culturas tradicionales, en particular mediterráneas,
han sido igualmente
falocracias en la sociedad del crecimiento. Al contrario, contra el
imperialismo de la
economía, machista en su esencia, la sociedad del decrecimiento
será femenina, o feminista,
o no será. ¡Los valores evocados aquí arriba, específicamente
vehiculizados a través de la
dimensión femenina del ser humano, deben tomar o retomar la delantera!
Para Joan Tronto,
esta perspectiva requiere ‘que se concilien las necesidades propias
con las de los otros, que
se equilibre la competencia con la cooperación’.
Esta reacción contra la impostura del dominio exclusivo
de la ‘preocupación de sí mismo’ de
la sociedad moderna coincide totalmente con el re direccionamiento ético
que sostiene el
decrecimiento.
La conciliación de la necesaria igualdad de los géneros
con su innegable diferencia hace
necesaria la misma cuadratura del círculo que para la democracia.
De todos modos
el decrecimiento no posee las respuestas a todas las preguntas. Cada
sociedad del
decrecimiento deberá afrontar problemas tales como las relaciones
entre los géneros o
entre las generaciones, para no hablar de las cuestiones fundamentales
de la vida, el amor, el
sufrimiento, las enfermedades, la muerte…”
Serge Latouche, ‘Per un’abbondanza
frugale, malintesi e controversia della decrescita’.
Traducción informal: Jazmín Gulí.
*Roswiltha
Scholtz, “Le coté obscur de la valeur et le
don”, citada en párrafo anterior por el
autor.